mercoledì 28 aprile 2010

La nueva edición del Misal Romano, aprobada por la CEE, pasará ahora a Roma en busca de su visto bueno definitivo

La nueva edición del Misal Romano,
aprobada por la CEE, pasará ahora a Roma
en busca de su visto bueno definitivo

Fonte: Sector Católico 28/04/10

Que nadie espere ninguna sopresa. La Conferencia Episcopal ha aprobado ya la nueva edición del Misal Romano, en su tercera edición típica, que ahora tendrá que ser refrendada por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos que preside el cardenal español Antonio Cañizares. Según las últimas informaciones, el obispo de León y presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia, monseñor Julián López Martín, ha conseguido imponer sus tesis modernistas al resto, con la inestimable colaboración del impresentable de su secretario general, el padre salesiano Juan María Canals. ¿Se acuerdan? Aquel mismo que publicó un lamentable texto de repulsa contra el Motu Propio Summorum Pontificum, que permaneció más de dos años colgado en la página web oficial de los obispos españoles.

Por tanto, parece ser que el nuevo Misal seguirá en la misma línea que sus precedentes. De tal forma que se evitará referirse a la Santa Misa como sacrificio, y donde los disparates y los nuevos prefacios y liturgias eucarísticas inventadas seguirán campando a sus anchas entre sus páginas. Algunos dudan, incluso que se incluya la modificación del "pro multis", extremo que ha sido negado a este medio por monseñor López Martín. Por cierto, ¿qué pensará de todo esto la AEPL?

Desde luego, lo que sí está claro es que los católicos españoles tendremos que seguir soportando las chorradas y las pésimas traducciones a la hora de asistir a la celebración de los sacramentos, cuyo parecido con el original en latín, promulgado por la Santa Sede es ya, una mera coincidencia. También es evidente que, con su actitud, la CEE se retrata. De ahí, que una vez más, este medio exija su completa supresión y sus funciones pasen a depender nuevamente de Roma, debido a la incapacidad de nuestros obispos de guiar correctamente a los que estamos bajo su cuidado pastoral. "¡Cuidado!" es lo que deberíamos gritar más de uno y más de dos...

¿Habrá cabida también en el nuevo Misal para la celebración de la Misa con rosquillas? Porque a tenor de lo que sigue sucediendo en Madrid, donde manda el "todopoderoso" cardenal Rouco esta práctica parece que se va imponiendo, y de seguir así, podrían aparacer nuevas "parroquias- pastelería", donde además de rosquillas todos pudiéramos compartir apetitosas enseimadas, croissants, o todo tipo de rica bollería en el banquete de unión y comunión fraterno. A decir verdad, y por su actuación, al cardenal esto le debe parecer estupendo. Él sabrá...